En muchas ocasiones, mis Barbies tienen un pasado. No ya por lo que representan como muñeca, sino por lo que representan en mi vida. Hoy le ha tocado a mi Barbie Hard Rock Café 2006.
En febrero de 2006, mi pareja y yo nos pegamos una escapada a Barcelona. Nos alojamos en el Hotel Rívoli Ramblas, y de allí al Hard Rock Café de la plaza de Cataluña (tema de la muñeca que nos ocupa hoy), hay sólo unos metros.
Ni que decir tiene que toda mi intención era acercarme al Hard Rock Café para poder admirar a la protagonista de este día... y además casi secretamente porque mi pareja aún no conocía del todo la pasión que me devoraba.
Entramos, estuvimos tomándonos algo, visitando la tienda de merchandising del Café, viendo la modelo pero... quizás por todo lo anterior, no la compré.
Nos fuimos de Barcelona. Y todavía recuerdo cómo la noche anterior a nuestra partida nos detuvimos en el escaparate admirándola de nuevo... pero me marchaba sin ella.
Y pasó el tiempo... y llegó abril. Y con él mi cumpleaños. Y ¿adivináis qué me regaló mi pareja?. Aquí la tenéis.
Como anécdota he de deciros que la encargó a unos amigos nuestros que visitaron Barcelona unas semanas después... y suerte que nuestra Barbie no habla porque si no, podría contar muchas cosas de Barcelona la Nuit. Fue la primera Barbie que me regaló mi pareja... y no ha sido la última. Ya os iré contando.
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